
Los primeros meses después de la plantación son críticos, es fundamental controlar el nivel de agua en el suelo. Los árboles pequeños son muy sensibles a la escasez de humedad, siendo igualmente perjudicial el exceso. Se recomienda el uso de tensiómetros para manejar el riego.
La nutrición de los árboles se llevará a cabo por medio de fertirrigación y empezaremos a abonar a los 15 días desde la plantación.
Los pequeños árboles de mango suelen florecer en los primeros años de establecimiento en el campo, para evitar que las flores compitan con el crecimiento vegetativo se procurará eliminar esta floración bien mediante poda de las panículas florales o inhibiendo químicamente la emisión de flores mediante productos autorizados.